Caminantes Diurnos
Escrito por
Anin92
Augusto
García
Prologo
El apareció y así el mundo se
oscureció, la madre progenitora expandió su virus al mundo y solo unos cuantos
pudieron enfrentarlo. La nueva inquisición fue la organización que surgió del virus
y lo que el mundo fue desapareció para siempre, ahora solo se una cosa lo que
antes era llamado el continente Europeo ahora es conocido como la ciudadela, el
exterior es inaccesible, hostil con el hombre y para ellos por lo tanto esta el
acuerdo de coexistencia así la ciudad sobrevive a duras penas, la zona central
es solo para inquisidores, fundadores y personas de poder político e influencia
en toda la ciudadela, habitan el centro y los cuatro puntos, Norte, Sur, Este y
Oeste pertenecen a las masas, mientras luchan por sobrevivir a la oscuridad y
desesperación, esperan pacientemente el final predestinado que aun si no lo
mencionan saben que llegará.
1 Sin
Recuerdos
Despertó como si nada en medio
de las calles y aquellas casas alineadas de color beige o blanco daban un toque
como panteones esperando a sus futuros habitantes.
Su mente se encontraba confusa
y observo aturdido su alrededor, las campanas centrales sonaban marcando el
inicio del toque de queda, sabía que debía darse prisa y encontrar pronto un
refugio o no podría sobrevivir a la jauría, pero como lo sabía, aun en
confusión su pregunta apareció porque sabía eso, se puso en marcha de inmediato
a pasos tontos y sosos intentando remover el estado irreflexivo en el que se
encontraba.
Las campanadas dejaron de sonar,
el silencio en las calles oscuras era reemplazado por sus pasos al correr,
temor se apodera de su corazón a cada segundo sabe que si no llega a encontrar
un refugio morirá.
Una, dos, tres, cuadras poco a
poco las transitaba a lo que sus piernas podían darle, de repente una presión
en su pecho le indicó que no se encontraba solo, de uno de los callejones
frente a él podía sentir la presencia de aquel que lo observa, esos ojos rojos
que dejaban solo miedo impregnarse a cada parte de su ser.
Nuevamente la carrera comenzó
pero esta vez era por su propia supervivencia, tenía que huir de ese sujeto que
corría como bestia en frenesí ante su presa, el joven en sus veinte corría
desesperadamente entre las calles, en su mente se encontraba todo tipo de
soluciones podría gritar, pero eso solo atraería a una jauría, que era mil
veces peor que un cazador en solitario, debía encontrar una apertura en alguno
de los hogares de la cercanía, debía ser rápido y encontrarlo pronto, en ese
instante un dolor descomunal se acumuló en su brazo lo cual lo llevo a empotrar en el muro de una de las casas y
pudo ver al ser, un hombre afroamericano de tez oscura y ojos rojos.
En su lucha por recuperar el
aire de sus pulmones y ponerse de pie fue tomado por los hombros por una gran
fuerza y de nuevo llevado contra la pared junto al golpe el poco aire que aún
quedaba se esfumó, momentos siguiente un dolor punzante entre su hombro justo
en el medio de ambos entre los músculos podía sentir como su sangre salía.
Al momento el joven sabía que
llegaba a su final pero en contra de todos sus pronósticos el dejó de beber su
sangre al separarse de su cuello pudo ver que los ojos del sujeto cambiaron
drásticamente de rojo a un tono azul verdoso, fue tomado nuevamente por él y al
momento siguiente su cuerpo se elevó por el aire, cayendo sobre el techo de una
casa cercana y así cediendo al peso de su cuerpo giró hacia lo que parecía el
jardín de la casa descendiendo sin misericordia contra el suelo a lo cual fue
recibido por la basura acumulada del lugar, no sabía si agradecer a su
infortunio o a su buena fortuna pero eso evitó, que su cuerpo sufriera otra
herida, de la sombra una silueta se movió, deseo pararse pero su conciencia se
nublo nuevamente.
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